No todo es miel sobre hojuelas, en esta histórica movilización estudiantil chilena y en particular llanquihuana. Hoy debemos develar uno de los conflictos más dramáticos que esta acción ha tenido y que de algún modo pone en evidencia la precariedad de nuestros logros como profesores, y la precariedad de nuestra sociedad -y eso que no hablaremos aquí de los poderosos de siempre.
Pues resulta que el movimiento estudiantil llanquihuano se encuentra dividido. Hay a lo menos dos grupos (además, por cierto de la gran masa que no sabe qué ocurre, que sigue en sus casas, mirando TV, o bien en las orillas del lago, disfrutando las vacaciones). Pues sí, hay dos grupos que se disputan la conducción en el proceso. El día de ayer, en asamblea de profesores se decidió apoyar la movilización y aportar a la unificación del movimiento estudiantil. Las negociaciones parecieron ver luz verde, a eso de las 18:00 hrs. A 'los de afuera' se les permitiría el ingreso a la toma y se intentaría generar una dirección unitaria con representantes de ambas facciones. Pues claramente no dio resultado. A pesar de los intentos de diálogo, la acogida que se les dio a 'los de afuera' por 'los de adentro' no fue de las mejores. Más allá de comentar o no mis impresiones personales respecto del conflicto en cuestión, los hechos dicen que 'los de afuera' decidieron salir de la toma, restarse al movimiento pues se sintieron no aceptados y el plan que ahora tienen es buscar el apoyo precisamente de los estudiantes que no se han involucrado para intentar disolver el movimiento. En tanto 'los de adentro' siguen adentro y sin señales prontas de cambiar o transar sus posiciones.
Tan solo una reflexión. Probablemente en cada uno de los liceos del país se dan precisamente situaciones de desencuentro, conflictos de poder, aparición de facciones con mayor o menor capacidad de análisis, o de acción, el asunto ¿hay alguna diferencia de esas tensions, respecto de otras sismilares vividades por los conspicuos adultos a la hora de la participación ciudadadana?
Mi imprsión es que es importante la validación de la voz de la juventud en el devenir social político del país y de los tiempos, no obstante una cuestión que no hay que olvidar es precisamente que no existe 'una voz juvenil' sino un a polifonía extensa donde todos y cada uno, con más o menos condicones, valentías, apoyos, dice algo... Claro el cuenteo democrático con el que nos han criado dice que 'Mayoría manda', pero ¿y las minorías? ¿qué ocurre con ellas? Pienso en ello y claramente la certeza de que la Democracia es la salida, me hace recordar que de algún modo en la historia de la humanidad, dicho concepto (que en un pricnipio significaba el gobierno del pueblo) hoy al menos es el gobierno de los poderosos, de los que tiene la capacidad de convencer y sumar más votos (con dinero y publicidad más que con ideas muchas veces) Por eso tal vez la ingenuidad de pensar que este movimiento estudiantil tenga en verdad un efecto sanador, mesiánico, no me resulta, por ahora tan claro como ayer.
